jueves, 24 de junio de 2010

Sexy Cliché




La saliva ya no me calma el hambre. Los dolores de estómago son demasiado hostiles, creo que ser parte del club de los anoréxicos no es lo mío, busco un lugar donde comer, igual esto es barrio fino, la popular tienda con sillas plásticas que apestan a pola no se vislumbra por este lugar, lo más cercano es el centro comercial (anuncie aquí) dentro del supermercado (anuncie aquí) me compro un ponqué (anuncie aquí) con una malta (anuncie aquí) me dirijo a las cajas donde me acompañan amables ancianas y una que otra sexy ama de casa.
Pasa el tiempo para darme cuenta que volví a caer en el error de buscar la caja rápida donde siempre ponen a cajeras primíparas, por mas afán que tenga, la decisión está tomada; es hora de tomar una revista (anuncie aquí) para fantasear con sus modelos y ver uno que otro anuncio con el voraz fin de criticarlo pero todo se olvida al momento de ver la feria del sexy cliché, el encabezado de pagina dice: tal modelo bajo las sabanas (que novedoso); tal en la ducha, eso sin mencionar la pobreza de la producción, donde el fondo monocromático preferiblemente blanco domina el entorno visual; igual (anuncie aquí) está hecha para libidinosos como yo, el problema es que yo no trago entero, resulta fastidioso saber que lo sexy se está limitando a la pobreza creativa de la ducha, el carro último modelo y las sabanas
El pecado de la lujuria vende, pero no hay cosa más irritante que a los fieles morbosos, seguidores de esta revista nos estén vendiendo las cosas de la forma más hechiza, como si en este país no hubiesen buenos fotógrafos, productores, publicistas, etc. Voy a concluir que ya estoy muy chocho y más de uno me querrá mentar la madre en los comentarios, cosa que no anhelo. Lo sensual de esta revista nos hace escapar, nos hace emocionar, nos hace comprar. Pero por favor no dejemos que lo sexy acompañe al caballito que le gusta galopar, a los ejecutivos que les encanta hablar y sonreír (cosa rara ver eso), al tremendo escote con alguna marca de repuestos, al bombillito de las ideas, etc. Lo sexy es grande y hermoso no merece la suerte de ser un burdo cliché por el tacaño encanto de abaratar.